Historias de San Luis: felices 90 años profesor Papaño

Para ser correcto tendría que haber colocado en el título felices 90 años profesor Alejandro Felipe Papaño, que es su nombre completo.

O feliz cumpleaños respetado vecino del barrio. O ciudadano ilustre de San Luis. O ejemplar padre de familia y educador de miles de alumnos.

90 años de vida plena querido profesor y vecino.

Que honor poder saludarlo con estas humildes líneas escritas con cariño y admiración.

Recuerdo una visita que realizó a mi hogar paterno en la calle Mitre para conversar con mi padre.

Aparecí y de pronto no podía creerlo: estaba frente al hombre a quien había visto bajar desde el cielo en un paracaídas un inolvidable fin de semana que fuimos a pasear con mi padre hasta el aeropuerto.

En realidad nos desviamos hasta el Aeroclub San Luis donde funcionaba el club de Paracaidistas de San Luis.

Y allí lo veo al vecino, al profesor, al maestro, plegando unas telas, poniendo todo en una especie de mochila y subiéndose a un avión.

Como dice el dicho "me faltaban ojos para mirar".

Y el avión o avioneta en realidad despegó y se perdió rumbo al cielo.

Y en un momento, desde ese lugar infinito, dos personas tirándose de la aeronave y los paracaídas que se despliegan.

No recuerdo quien lo acompañaba, pero estaba seguro que era mi vecino, el profesor Papaño.

La misma persona que tenía frente a mi en ese momento inolvidable de mi niñez.

Siempre lo veía en el barrio.

Y por supuesto fui creciendo y sabiendo que se trataba de un notable educador de San Luis. Y también un enamorado del deporte.

La historia cuenta que haciendo canotaje con otros deportistas unieron la laguna de Guanacache con el Puente la Horqueta en una extensión entre 300 y 400 kilómetros, demostrando que el río Desaguadero era navegable.

También practicó windsurf, montañismo, caminatas por los cerros más altos de la provincia, basquetbol, atletismo y por supuesto paracaidismo.

Y seguro que me olvido de algún deporte.

Lo de Ciudadano Ilustre de la ciudad de San Luis fue una justa decisión tomada por el Concejo Deliberante de la ciudad de San Luis en el año 1992.

Se jubiló como profesor de Educación Física con casi 50 años de trabajo.

Una memoria envidiable.

Y un porte y una prestancia que lo han distinguido en su andar.

Un educador intachable sostienen quienes fueron sus alumnos.

Y de quien están orgullosos su señora Ramona, sus hijos Silvia y Oscar y los nietos.

El objetivo es celebrar los 90 años de un hombre de bien. Que lo recuerden y lo conozcan.

Si escribo de su trayectoria docente, lo resumo en 50 años formando ciudadanos y ciudadanas dignos y dignas.

La intención es saludar al vecino.

Al profesor Papaño como sintetizamos todos su nombre.

De quien tengo ese imborrable recuerdo que en mi casa y con mi papá, estaba ese hombre que bajó del cielo.